KINDER: LA DULCE SORPRESA DE LA DIFERENCIACIÓN
No todas las innovaciones consisten en crear algo nuevo y nunca antes visto. A veces se trata más bien de tomar algo que ya existía en el mercado, pero presentarlo de una manera completamente diferente.
Uno de los mejores ejemplos al respecto son los famosos huevos “Kínder Sorpresa”, con su característico juguete sorpresa dentro.
Al principio, la empresa italiana Ferrero, un ícono mundial en la industria del chocolate actualmente, se especializaba a la comercialización de los Ferrero Rocher y la crema de avellanas conocida como Nutella.
Entre 1967 y 1968, Ferrero decidió aventurarse en el mercado infantil con una barra de chocolate a la que denominó “Kinder”, que significa “niños” en alemán.
Una de las características propias y únicas de esta barra eran las típicas divisiones que podemos reconocer en las barras Kínder. ¿Por qué? Porque permitía a las madres dosificar de mejor manera a las madres la cantidad de chocolate que le permitían comer a sus pequeños hijos.
Sin embargo, a pesar de este nuevo diseño, por aquel entonces no eran “EL” chocolate, sino solo un chocolate más en el mercado.
Es aquí donde entra en la historia el chocolatero William Salice, quien llegó a convertirse en el brazo derecho de Michel Ferrero, dueño de la empresa y padre de la Nutella.
Salice tuvo la inspiración para resolver dos problemas a los que se enfrentaba la empresa Ferrero:
1.- Por un lado, hacía falta algo que diferenciara a Kínder de su competencia, algo que hiciera que este chocolate fuera mucho más atrayente para los niños.
2.- Por otro lado, solamente en las fiestas de Pascua solían comercializarse los huevos de chocolate, lo que provocaba que estos moldes y maquinaria estuvieran ociosos por el resto del año.
¡Voilá! Fue de ahí donde surgió la idea de convertir la barra Kínder en un huevo de chocolate que pudiera venderse durante todo el año para aprovechar los moldes de Pascuas.
Además, aprovechando la forma del huevo hueco, se podía introducir la sorpresa: un pequeño juguete que esperaba a los niños en el interior de su chocolate. ¡Ahí estaba el gran elemento diferenciador que les hacía falta para conquistar el mercado infantil!
A pesar del arrasador éxito que tuvo su creación, Salice siempre fue humilde al respecto.
«El inventor fue Ferrero, yo sólo me limité a ejecutar el proyecto», declaró siempre respecto a su invento.
Así, en 1974 comenzaron a comercializarse los huevos Kinder Sorpresa como los conocemos hoy en día, que ofrecen más de 100 colecciones diferentes al año.
Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas con este innovador dulce.
En Estados Unidos, por ejemplo, no se han podido comercializar debido a una ley de 1938 que prohíbe vender dulces que contengan algo comestible en su interior. Curiosamente, en Europa hay una ley similar, que contempla únicamente tres opciones: la Rosca de Reyes, los huevos de Pascua… ¡y los Kinder Sorpresa!
La empresa Ferrero sabe bien que cuando se trata de niños, ninguna precaución es excesiva, por eso tienen cuidado con el diseño de los huevos, el etiquetado que indica que no deben consumirlo menores de 3 años y los juguetes jamás deben ser de color marrón chocolate para evitar que los niños piensen que también pueden ingerirlas.
“Si el riguroso procedimiento de aprobación de los prototipos pone de manifiesto la existencia de riesgos, la sorpresa se modifica oportunamente», según la empresa italiana.
Además de los ingredientes y el proceso de creación, uno de los elementos que logra que las empresas exitosas se mantengan exitosas es el no estancarse.
Léelo muy bien:
NO ESTANCARSE
Ferrero no se quedó solo con el éxito de los huevos Kinder Sorpresa o las barras Kinder, al darse cuenta que el mercado infantil y juvenil estaba cambiando.
Para un adolescente ya no es tan atractivo el juguete al interior del huevo, por lo que en 1994 lanzan al mercado Kinder Bueno, con una composición diferente pero el mismo sabor de alta calidad que es característico de esta marca.
Así mismo, al darse cuenta que las madres ya no tenían el mismo tiempo que antes para poder preparar pastelillos o brownies para sus familias, lanzan al mercado Kinder Delice, que es más un pastelillo que un chocolate.
Como puedes ver, es importante siempre seguir innovando y encontrar nuevas maneras de llegar a tu mercado, incluso si ya te encuentras en uno de los más altos escalones de tu mercado.
William Salice falleció en 2016, después de pasar casi 50 años trabajando con Ferrero. No sólo dejo un legado en la industria chocolatera, sino que también instauró la fundación “Color your life” que apoya a los jóvenes italianos entre 13 y 18 años a continuar con su preparación[1].
[1] http://www.kinder.com/es/mx/quienes-somos/la-historia-de-kinder
http://www.teymas.com/la-historia-de-los-chocolates-kinder/
http://www.elmundo.es/economia/2016/12/30/586668e7e5fdea9e238b4619.html
http://www.abc.es/economia/abci-muere-william-salice-creador-huevo-kinder-201612301220_noticia.html
OTROS BLOGS SÚPER INTERESANTES
DIAGNÓSTICO ESTRATÉGICO INTERNO
TRIANGL – LA IDEA DE UNA PAREJA
POST IT: CONVERTIR UN ACCIDENTE EN UN ÉXITO
LA REINVENCIÓN DE LAS TIENDITAS: OXXO
PROGRAMAS EMPRESARIALES PODEROSOS
LOS LIBROS PREFERIDOS
LIBROS DE INNOVACIÓN: Innovación SNAP
LIBROS DE ESTRATÉGIA: Estrategía disruptiva
LIBROS DE KAIZEN: Poder Kaizen
LIBROS DE PLANEACIÓN ESTRATÉGICA: Planeación estratégica TOTAL
LIBROS DE APRENDIZAJE: Lo que la gente lista sabe del aprendizaje